miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cuando se rompe el orden del mundo y solo tienes 16 años

                Exactamente hace 40 años, el 27 de Septiembre de 1975, el dictador Franco confirmó (“firmó el enterado”, según la hipócrita terminología de la época) once penas de muerte, cinco de las cuales se ejecutaron. La últimas penas de muerte que hemos visto y que espero veamos en el resto de nuestras vidas.

                La vida de un chaval de 16 años que habían encerrado en  la “fraternidad” que proporcionaban la familia, el municipio y el sindicato y una lucecita que permanecía encendida todas las noches en El Pardo y que vigilaba por la felicidad de los españoles. Literalmente, es lo que nos decía en el Colegio el cura tutor del curso (COU, último año en el colegio antes de la Universidad). Cura, por cierto, hermano del  ministro de marina de la época.

                La convivencia no era lo idílica que nos contaban. En el año anterior, 1974, hubo huelga de profesores. Algunos pasaron a ser, para mí, personas respetadas por que nos explicaron qué era una huelga, porqué la hacían y porqué ese día charlábamos sobre ello. Mi madre me decía que si alguien te hablaba de política en la calle, contestaras que no sabías nada; y que siguiera siendo amigo de un vecino de la escalera aunque su padre no estuviera en casa ¿?. Con el tiempo entendí  que su ausencia se debía a  que estaba en la cárcel por ser abogado de comunistas...

                Y llegó el fatídico día 27 de Septiembre de 1975 y las calles aparecieron agitadas y llenas de policías (los grises), guardias civiles (los verdes) y los de la secreta (lo más negro). El miedo y la inseguridad se percibía, flotaba en el ambiente.

                Y por la tele (en blanco y negro y aliñada por lo más casposo del decrépito régimen) veías como un Primer Ministro de Suecia (Olof Palme, de cuya existencia me enteraba en ese momento) pedía con una hucha por las calles de Estocolmo para la libertad en España, actores y escritores europeos convocando acciones en nuestra contra y cómo habían atacado (y arrasado) la embajada de España en Portugal, y…tantas otras cosas.

                ¿Era el mundo contra España? NO. Era lo peor de una España podrida que necesitaba morir, matando.

                Definitivamente, a un chaval de 16 años algo se le rompió ese año. O simplemente, que abrió los ojos y empezó a ver el mundo como es, no como se lo estaban contando.



Garganta de los Montes, 23 de Septiembre de 2015


martes, 15 de septiembre de 2015

Día de luto para la “Marca España” por una tradición cruel y sanguinaria

                Hoy 15 de septiembre se ha celebrado el Toro de la Vega en Tordesillas - Valladolid (España) y será noticia en todas las cadenas de televisión del mundo civilizado.

                Aparecerán imágenes de gentes sentadas intentando que no se consume la fechoría de alancear un toro acosado por cientos de personas a pie y a caballo. También se verá a otras gentes inflamadas en su sanguinario ardor por el respeto a lo que llaman su tradición. Se verán secuencias con alguna bofetada entre ambos grupos. Será lo más intrascendente.

                Los reportajes, mucho más extensos y detallados, se centrarán en lo importante, en el acoso que va a sufrir un animal, un toro en mitad del campo, rodeado de cientos brutales e inhumanos tradicionalistas que no cejarán hasta verlo muerto siempre que primero haya sido torturado hasta su extenuación.

¿Qué van a pensar de España en el resto del mundo civilizado (dejo excluidos a todos los extremistas políticos y religiosos), de los valores humanos que puedan inspirar a sus habitantes?

Si para los partidarios de esa que llaman su fiesta se trata de una tradición, también para sus detractores hay una gran tradición de amor y respeto a los animales. ¿Por qué debe prevalecer la más salvaje e inhumana sobre la más amante, humana y cariñosa?

                Tanta cultura y tanta esencia patria para llegar a esto. QUÉ  PENA. Y que tanto el PP como el PSOE no tengan arrestos (se me venía otra palabra a la cabeza) para impedirlo… Vendrán partidos nuevos con mentalidades diferentes en pocos meses, pero ¿Se involucrarán en evitar una crueldad gratuita y sanguinaria como la de El Toro de la Vega de Tordesillas – Valladolid (ESPAÑA)?

               



Garganta de los Montes (Madrid), 15 de Septiembre de 2015

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Al hilo de los refugiados

                El tema da para mucho y se puede (y se debe) observar desde varios puntos de vista. En la última entrada del blog hacía ver que como en España no hemos estudiado nuestra historia reciente, estamos “desapegados” del tema refugiados cuando deberíamos ser mucho más sensibles porque vivimos la experiencia en carne propia hace demasiado poco.

                 Otro aspecto podría ser el tratamiento que están dando algunos países a los refugiados. Y me voy a centrar en Hungría.

                 Me resulta inconcebible el trato que dan a las personas que cruzan por su territorio. Mal estaría ese trato si esos refugiados pensaran quedarse en su territorio, pero es que ni eso. La inmensa gran mayoría quiere dejarlos atrás para llegar al centro y norte de Europa (y algo que nos debiera hacer pensar es por qué España no está entre sus preferencias).

                Supongo que en el ideario y formación de los dirigentes magiares aún existen demasiados tics autoritarios originados en su reciente pasado soviético, aliñados con (creo que elevadas) dosis de reaccionarismo y xenofobia a mi juicio incompatibles con el ideario común de la Europa de las Libertades (con mayúscula).

                Y eso que estudiado desde el punto de vista de la riada humana que circula por su territorio, menos mal que siendo un país integrante de la Unión Europea, y aunque sólo sea por el enfrentamiento que tendría con Merkel, Hollande y demás, seguro que no se están ejerciendo en la práctica todas las acciones que “manu militari” aplicarían si solamente dependieran de las decisiones del Sr Orbán (primer ministro húngaro) y sus esbirros.

                Y digo yo. ¿Por qué no se echa a un país que no respeta derechos humanos elementales y así ensombrece la imagen de tolerancia que a ojos del mundo caracteriza al resto de integrantes de la Unión Europea? No sería necesario que paguen todos los húngaros por tener un dirigente así, y seguro que se interpretaría como una intromisión en sus asuntos internos expulsarlos temporalmente mientras tengan éste gobierno, pero yo no quiero en mi club a alguien que hace/dice/aplica algo con lo que no está de acuerdo el 99% de los socios.

                Lo siento, pero yo no quiero esa Hungría en la Unión Europea. Quiero decir: esos dirigentes húngaros, no su población en general, aunque es verdad son ellos quienes les han votado y de momento tienen la penitencia de lo que todos estamos pensando de ellos ahora mismo.




Garganta de los Montes, 9 de Septiembre de 2015

martes, 1 de septiembre de 2015

¿Hasta qué época de la historia española estudiaste en el cole?

                En mi caso, que además me gustaba estudiar historia, con muchísima suerte llegamos alguna vez hasta Alfonso XIII, y ahí se perdía el rastro de las venturas y desventuras patrias, desembocando directamente en la mayor modernidad de la representación de la soberanía de los españoles: familia, municipio y sindicato. Algo tendrá que ver que terminé el COU (¿Recordáis el COU?) en Junio de 1976, recién enterrado el dictador.

                Y supongo, y creo no equivocarme, que todos los que estáis entre los cuarenta y muchos y sesenta y tantos, exactamente igual.

                Además, curiosamente, los temas que hubieran podido abarcar los años que median entre 1932 y 1945 (por cerrar con un hito histórico de primera magnitud como el fin de la Segunda Guerra Mundial) tampoco salían nunca en los exámenes, es que ni se daban, ni se nos iba a preguntar por ellos.

                Pues ésta ausencia de conocimiento de lo que pasó en España en esos años es la razón, o una de las razones, de nuestra insensibilidad ante los temas relacionados con exilio (forzado, o no), emigración y refugiados.

                De todos los que estáis leyendo este escrito, ¿Cuántos podríais decir una cifra aproximada (redondeando a cientos de miles, que no pido precisión) de los españoles que tuvieron que abandonar España por alguna de sus fronteras o puertos con el final de nuestra guerra civil? ¿No es lo más parecido a las personas que huyen de Siria, Libia o Afganistán?

                ¿Cuántos españoles (también en cientos de miles) abandonaron España para trabajar en Europa y/o América entre el fin de la guerra civil y, pongamos, los años 60? ¿No eran lo más parecido a los actuales inmigrantes por motivos económicos?

                Como no lo estudiamos, no somos conscientes de que muchos españoles amigos y conocidos de nuestros padres y abuelos (si es que no fueron ellos mismos) fueron emigrantes por motivos económicos y/o refugiados políticos.

                ¿Nos hubiera gustado más si les hubiesen dejado morir ahogados en el mar, o colgados de una valla? Lo digo porque es lo que estamos haciendo nosotros y ahora.





Garganta de los Montes (Madrid), 1 de Septiembre de 2015