Llevamos semanas oyendo hablar de Grecia y los griegos, de deudas, de
impagos, de salida del Euro, de referéndums y hecatombes varias. Lo malo de
ello es que, como todos tienen algo de razón, cada uno se agarra a su parte de
la verdad y exige a los demás que se ajusten a ese punto de vista.
Grecia (los griegos a través de las personas por ellos elegidos), desde
los años 80, ha ido aumentando sus gastos estatales por encima de sus ingresos.
Cuando su déficit era ya insostenible, el partido entonces en el gobierno
(Nueva Democracia, la derecha) optó por ocultarlo y engañar al resto de
europeos para que siguiera su fiesta. Más tarde salió elegido el partido
contrario (Socialista) y optó por descubrirlo para que Europa viera que había
sido engañada y tenían (teníamos todos) un problema. Empiezan los recortes y
obligación de empobrecer a los griegos. Por último, en 2015 un partido aún más
a la izquierda (Syriza) que denuncia la masacre que están sufriendo y su
intención de romper las reglas del juego antes que morir, porque hambre ya
empieza a pasar buena parte de la población, sale elegido.
O sea, que los malvadísimos de Syriza no son los que se lo gastaron, ni
los que nos lo ocultaron. Podrán ser los que, con mejores o peores modales,
defienden su causa, pero no los que nos han estado engañando a todos los
europeos durante años.
¿Y ahora? Pues ahora, buena parte de los gobiernos de la Unión Europea (o
sea nosotros) se han plantado y exigen cosas que todos entendemos fácilmente,
pero que hoy siguen sin aplicarse en Grecia:
-
Que los impuestos se paguen por todos: grandes,
medianas y pequeñas empresas.
-
Que los impuestos se paguen por todos:
trabajadores y autónomos.
-
Que las pensiones no se hereden de padres a
hijos y a nietos.
Antes de pensar que podría opinar un trabajador danés, finlandés o
estonio, podemos pensar cuál es nuestra opinión de españolitos ante ello. Aquí
que tenemos una razonablemente organizada y eficaz recaudación de Hacienda,
estamos sometidos a su control y acostumbrados a pagar los impuestos que nos
tocan. Y seguro que nos quejamos de que los más ricos son los que más ocultan y
que tenemos un payaso por ministro. De acuerdo, pero todos pagamos nuestros
impuestos. Aquí y en toda Europa.
¿Toda Europa? NO. En Grecia no. Luego parece lógico que lo primero
sería pedirles que pongan en marcha una Hacienda moderna, con medios y
capacidad de gestión, aunque sabemos que no dará resultados en 6 meses.
Para mí que la solución pasa por dos puntos ineludibles:
-
Por parte de los acreedores (Europa y el FMI),
creo que tienen la obligación moral de no asfixiar a millones de personas,
griegos en éste caso, pero que podíamos ser los españolitos o alemanes allá por
los 50 del siglo pasado. Eso pasa por una reconversión de la deuda griega que
todos reconocen como impagable y eso lleva tiempo. Creo que no es sensato pensar
que se arreglará la situación ahogando a todo un pueblo para que se recupere su
economía cuanto antes. Por cierto, Mr. Draghi el presidente del Bco. Central
Europeo era por aquel entonces el vice-presidente de Goldman Sachs, el banco
que ocultaba los déficits de Grecia (sorpresas te da la vida).
-
Por parte griega. Es que son ellos, los griegos,
los primeros que tienen que asimilar que vivir en comunidad supone cumplir con
las normas de todos y seguramente modificar sus esquemas fiscales y de
comportamiento en el Grupo (nos puede hacer mucha gracia cómo trata Mr.
Varufakis a sus acreedores, pero es que pone en mayor riesgo a todos sus
compatriotas). Y sobre todo, tienen que empezar a hacer algo ya. Tardarán en
dar frutos nuevos modelos de gestión, pero si no empiezan YA, ¿A que están
esperando?
En definitiva, no creo que Grecia pueda suponer que la vamos a seguir
alimentando por vía intravenosa (admitirles nuevas emisiones de deuda cuando no
muestra mayor interés en devolverla), pero tampoco que por parte de los
acreedores sigan exhibiendo una dureza ciega e inhumana (centrarse en una mayor
rebaja de pensiones y salarios y subidas del IVA) que sólo llevaría a dar por
perdidos todos los fondos que hasta ahora han facilitado. El acuerdo es
necesario y urgente para TODOS.
También existe la posibilidad contraria: Separación de la UE y salida
del euro. Pero a ningún gobierno europeo sensato le gustará apechugar con una decisión que
demostraría un ideal anti-europeísta. Además, recordemos que: Si cuando nos
unimos, la suma de todos es mayor que la suma de lo que aporta individualmente
cada miembro de un club, cuando nos separamos también perdemos TODOS mucho más
que la suma individual de lo que perdemos cada uno. Y NO SERÁ POCO.
Garganta de los Montes, 8 de Julio de 2015