viernes, 31 de julio de 2015

Esto va de símbolos

                Hace unos días retiraron el busto con la efigie del rey emérito del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona y, como siempre, ha habido opiniones para todos los gustos. Pues aquí va la mía.

                Es normal que en todos los espacios institucionales, en al menos los países a los que nos queremos parecer, exista una representación de la más alta autoridad del estado, o bien del símbolo que identifique al país en cuestión. Y esa representación (llamémosle foto, por ejemplo) o símbolo (llamémosle bandera, por ejemplo) tiene la función de unir a los que se sienten por él representados.

Entonces, si es razonable compartir un valor en el que todos nos podamos sentir incluidos, ¿A qué viene el retirarlo? Seguramente, porque la mayoría de las personas democráticamente elegidas por los habitantes de ese territorio no se sienten representadas por  lo que significa el busto (en éste caso), el retrato o el símbolo.

Sin embargo, creo que es un error su retirada. Y no porque me pueda caer mejor o peor la persona o institución a que se refiere el busto en cuestión, sino porque es la representación del estado, o sea del común de todos los que lo integramos. Por ello, entiendo que tiene que caer igual de mal (o de bien, para verlo desde sus dos posibles puntos de vista) el retirar ese busto que representa al rey, que retirar otro similar que aludiese a la república si estuviéramos bajo esa forma de estado.

Por si no ha quedado claro: si aplaudimos que quiten un busto monárquico, con la misma alegría tendríamos que aceptar que quitaran el que representase al estado  republicano.

La alternativa sería no tener representación alguna del estado en los espacios públicos, pero yo prefiero tenerla.

Sin embargo, lo que no llego a entender por mucho que lo intento y a pesar de todas las explicaciones que hasta ahora me han dado, es la presencia de esos mismos símbolos civiles dentro de una iglesia y, por el mismo motivo, la presencia de símbolos religiosos en cualquier espacio público donde nos entran los ardores si nos quitan un busto o una bandera.

Pensaba que la Constitución decía que España es un estado aconfesional y laico e, ingenuo de mí, creía que eso implicaba que el estado vigilaría que sus espacios no fueran invadidos por doctrinas religiosas por respetables que puedan ser. ¿Qué función representa un crucifijo y una Biblia en una toma de posesión administrativa? ¿Qué representan esos símbolos religiosos dentro de un colegio? ¿No es hora de que empecemos a quitarlos ya?


Garganta de los Montes (Madrid), a 31 de julio de 2015


sábado, 25 de julio de 2015

Colliure

2 de Noviembre de 2013. Colliure, sur de Francia.

Para todos aquellos que no conozcan ese pueblecito, decirles que está en la costa mediterránea francesa. Es pequeño, turístico, precioso y a quince minutos en coche desde la frontera española de Port Bou.

      Justo en el centro del pueblo, tras los dos pequeños y coloridos edificios que obliga a la carretera a rodearlos para proseguir su Camino al norte está el pequeño cementerio, dedicado según una placa en la entrada a los Caídos por Francia.

     Nada más entrar, en el espacio central y más destacado, una tumba siempre con flores frescas, de una sencillez como siempre fue la forma de vida de quien allí reposa, tal parece como sí nos acogiera y nos brindara una serenidad imperecedera.

     Dos cuerpos españoles quedaron allí con tres días de diferencia: el hijo y su madre para quién, seguramente, la vida había perdido su sentido.

     Un cementerio donde se habla en el español de todos los idiomas de este gran país, donde gentes de todos los rincones de España, con respeto y lágrimas en los ojos, rinden su homenaje a un gran español al que se le acabó la vida nada más tener que dejar su tierra.

     No fueron los únicos que sucumbieron a un exilio obligado, fueron muchísimos más. Y no solamente quedó un reguero de sangre española en Francia, también en Inglaterra, Méjico, Argentina, Marruecos, Estados Unidos, Rusia......, sin olvidar a todos aquellos que aún hoy (¿estamos en 2013, siglo XXI?) se preguntan por qué siguen bajo el anónimo barro de cualquier cuneta o junto al muro donde fueron ajusticiados.

     Colliure, Don Antonio Machado y una España que no pudo ser. Una España que no dejaron ser.


(Postdata: este breve homenaje fue escrito a mediados de 2013 aún con un nudo en la garganta y una pregunta para la que no encuentro respuesta: ¿Por qué aún hoy no están sus restos en España para ser venerados en un panteón de hombres ilustres?)



Garganta de los Montes (Madrid), 25 de Julio de 2015


sábado, 18 de julio de 2015

¿ Mi religión está por encima de todo y de todos ?

     Reciente sentencia del Tribunal Constitucional (138/2015 del 11 de Junio) que considera constitucional (hubiera preferido que no fuera una redundancia)  que el dueño/propietario de un negocio no tenga, o no quiera tener,  a disposición de sus clientes una determinada mercancía.

     Irreprochable. Cada uno lleva su  negocio como cree. Al fin y al cabo es un negocio privado, se juega sus dineros y decide qué quiere y qué no quiere ver en su establecimiento.

     Pero crea un problema, y muy serio, si la actividad a la que se dedica el negocio está regulada por leyes específicas para su actividad, si sólo la pueden ejercer personas que tienen un determinado título oficial otorgado por el Estado, está sujeta a grandes limitaciones para que no todos podamos acceder a ella y se considera un servicio público en un estado social y democrático de derecho y además laico.

     Ahhh, ¿Que el Tribunal Constitucional se pasa el laicismo del estado por el arco de sus togas (puñetas incluidas)?

     No lo dudéis si se trata de una farmacia y el específico reclamado por su cliente no es del agrado (espiritual) del farmacéutico de turno.

     Eso es exactamente lo que ha pasado  en Sevilla  y el más alto Tribunal de España, que debe de velar por las libertades de TODOS, se humilla ante un crucifijo. Nada nuevo bajo el sol. También ampara a los médicos de la sanidad pública que se niegan a practicar interrupciones de embarazo. Se ve que les da igual que les paguemos entre todos y también se pasan las leyes por el arco de sus batas (fonendo incluido).

     Y estoy seguro que esas beatíficas almas con bata y/o toga son los primeros que corren a impedir los desahucios porque nuestra Constitución también consagra el derecho a la vivienda. Lo que pasa es que no los he visto encadenados en ningún portal, ni constituyendo un muro humano para evitar que las fuerzas del maligno dejen a alguien sin vivienda, un derecho fundamental.

     O sea, ¿Que son esos mismos soplatogas los que privan de derechos a unos y se los reconocen a otros?, ¿Y en función de qué unas veces utilizan su toga para blindar o extirpar derechos ajenos?  Elemental, para ellos son mucho más importantes los dictados del altar que los de la ley. A ver si ahora ambas cosas van a tener el mismo valor. Faltaría más. Tócate las puñetas, o los fonendos, que viene a ser lo mismo que los huevos o los c….

OLÉ, OLÉ Y OLÉ. Ya tenemos la misma independencia judicial que en Irán y Arabia Saudí. Debe ser que nos estamos equiparando ya a ese primer mundo de la subordinación al dogma religioso.

     Y digo yo, que parecería lógico, razonable, sensato, prudente, justo, procedente, racional…que quien no está dispuesto a ofrecer o realizar lo que legalmente se le puede exigir, no debería ejercer en un negocio para el que sólo te puede habilitar el Estado. Por si no había quedado claro: El que no esté dispuesto a trabajar para TODOS, no puede trabajar en el, o para el, ESTADO.

     Una sola advertencia para las mentes aborregadas y biempensantes (según la R.A.E.: Que piensa de acuerdo con las ideas tradicionales dominantes de signo conservador) que comprenden la situación de enfrentamiento entre convicciones íntimas y legalidad y amparan al que defrauda a las necesidades del ciudadano: Por suerte no está de moda quemar herejes, pero si dejamos que las religiones (todas o cada una de ellas por separado) nos digan qué es lo que se puede, o no, hacer y además les dejamos que nos manipulen las leyes, volveremos a tener hogueras. Y (ahora que estoy en Alicante) no serán las de San Juan precisamente.



Garganta de los Montes (Madrid), a 18 de Julio de 2015

miércoles, 8 de julio de 2015

Grecia

Llevamos semanas oyendo hablar de Grecia y los griegos, de deudas, de impagos, de salida del Euro, de referéndums y hecatombes varias. Lo malo de ello es que, como todos tienen algo de razón, cada uno se agarra a su parte de la verdad y exige a los demás que se ajusten a ese punto de vista.

Grecia (los griegos a través de las personas por ellos elegidos), desde los años 80, ha ido aumentando sus gastos estatales por encima de sus ingresos. Cuando su déficit era ya insostenible, el partido entonces en el gobierno (Nueva Democracia, la derecha) optó por ocultarlo y engañar al resto de europeos para que siguiera su fiesta. Más tarde salió elegido el partido contrario (Socialista) y optó por descubrirlo para que Europa viera que había sido engañada y tenían (teníamos todos) un problema. Empiezan los recortes y obligación de empobrecer a los griegos. Por último, en 2015 un partido aún más a la izquierda (Syriza) que denuncia la masacre que están sufriendo y su intención de romper las reglas del juego antes que morir, porque hambre ya empieza a pasar buena parte de la población, sale elegido.

O sea, que los malvadísimos de Syriza no son los que se lo gastaron, ni los que nos lo ocultaron. Podrán ser los que, con mejores o peores modales, defienden su causa, pero no los que nos han estado engañando a todos los europeos durante años.

¿Y ahora? Pues ahora, buena parte de los gobiernos de la Unión Europea (o sea nosotros) se han plantado y exigen cosas que todos entendemos fácilmente, pero que hoy siguen sin aplicarse en Grecia:
-          Que los impuestos se paguen por todos: grandes, medianas y pequeñas empresas.
-          Que los impuestos se paguen por todos: trabajadores y autónomos.
-          Que las pensiones no se hereden de padres a hijos y a nietos.

Antes de pensar que podría opinar un trabajador danés, finlandés o estonio, podemos pensar cuál es nuestra opinión de españolitos ante ello. Aquí que tenemos una razonablemente organizada y eficaz recaudación de Hacienda, estamos sometidos a su control y acostumbrados a pagar los impuestos que nos tocan. Y seguro que nos quejamos de que los más ricos son los que más ocultan y que tenemos un payaso por ministro. De acuerdo, pero todos pagamos nuestros impuestos. Aquí y en toda Europa.

¿Toda Europa? NO. En Grecia no. Luego parece lógico que lo primero sería pedirles que pongan en marcha una Hacienda moderna, con medios y capacidad de gestión, aunque sabemos que no dará resultados en 6 meses.

Para mí que la solución pasa por dos puntos ineludibles:
-          Por parte de los acreedores (Europa y el FMI), creo que tienen la obligación moral de no asfixiar a millones de personas, griegos en éste caso, pero que podíamos ser los españolitos o alemanes allá por los 50 del siglo pasado. Eso pasa por una reconversión de la deuda griega que todos reconocen como impagable y eso lleva tiempo. Creo que no es sensato pensar que se arreglará la situación ahogando a todo un pueblo para que se recupere su economía cuanto antes. Por cierto, Mr. Draghi el presidente del Bco. Central Europeo era por aquel entonces el vice-presidente de Goldman Sachs, el banco que ocultaba los déficits de Grecia (sorpresas te da la vida).
-          Por parte griega. Es que son ellos, los griegos, los primeros que tienen que asimilar que vivir en comunidad supone cumplir con las normas de todos y seguramente modificar sus esquemas fiscales y de comportamiento en el Grupo (nos puede hacer mucha gracia cómo trata Mr. Varufakis a sus acreedores, pero es que pone en mayor riesgo a todos sus compatriotas). Y sobre todo, tienen que empezar a hacer algo ya. Tardarán en dar frutos nuevos modelos de gestión, pero si no empiezan YA, ¿A que están esperando?

En definitiva, no creo que Grecia pueda suponer que la vamos a seguir alimentando por vía intravenosa (admitirles nuevas emisiones de deuda cuando no muestra mayor interés en devolverla), pero tampoco que por parte de los acreedores sigan exhibiendo una dureza ciega e inhumana (centrarse en una mayor rebaja de pensiones y salarios y subidas del IVA) que sólo llevaría a dar por perdidos todos los fondos que hasta ahora han facilitado. El acuerdo es necesario y urgente para TODOS.

También existe la posibilidad contraria: Separación de la UE y salida del euro. Pero a ningún gobierno europeo sensato le  gustará apechugar con una decisión que demostraría un ideal anti-europeísta. Además, recordemos que: Si cuando nos unimos, la suma de todos es mayor que la suma de lo que aporta individualmente cada miembro de un club, cuando nos separamos también perdemos TODOS mucho más que la suma individual de lo que perdemos cada uno. Y NO SERÁ POCO.


Garganta de los Montes, 8 de Julio de 2015